jueves, 22 de febrero de 2007

plagio a la vuelta de la esquina

Ayer por la tarde bajaba por la calle Cartajena pensando en parar en unos chinos a comprar unos donetes cuando vi una pastelería a mi izquierda con la puerta abierta. Tenía un poco de prisa y dudé. Paré, fui a entrar, luego pensé que mejor no y al final me decidí.
Elegí pastel de manzana. Me cobraron un euro y medio y me pareció carísimo, pero claro hace mucho que no como pasteles de manzana. Luego le pedí "un par" de servilletas a la chica que me atendía y ella, diligente, me dio "dos" servilletas... Yo la miré y le di las gracias como diciendo "ya te vale", pero creo que no lo cogió o que, directamente pasó de mí.
Cuando salí a la calle con mi pastel y mis prisas me vino a la cabeza este post de cierta persona, porque soy un patán para esas cosas y acabo pringado la mitad de las veces. Pero, afortunadamente, todo fue rodado. El euro y medio fue una inversión maravillosa. El pastel estaba increible, sin duda uno de mejores que he comido nunca y no me manché en absoluto, de hecho hasta me sobró una de las servilletas, lo que me lleva a penar que quizás la chica fuese una visionaria... Aunque... en el fondo, lo dudo.
Mientras lo comía pensaba que lo iba a contar en el blog a modo he plagio/homenaje.

Pero se acabó, como todo lo bueno y al doblar la esquina estuve a punto de chocar con otra persona que venía de frente, doblándola por su lado. Ultimamente eso me ocurre muy a menudo y no estoy seguro de que antes me pasase con tanta frecuencia... O si me pasaba, no era consciente. También me pregunto si es que en esta ciudad vamos tan rápido que si no tenemos cuidado estamos condenados todos a chocarnos. No sé...
De cualquier forma no deja de resultarme curioso que esto se haya convertido en algo que me ocurre a diario, porque mi camino cada mañana hacia el metro me lleva por una calle que es paralela a la Castellana y por ahí baja mucha gente andando muy rápido por lo que cada vez que llego a la esquina que las une, reduzco el paso y casi miro como si fuese un semáforo...

Al final no puedo evitar pensar en la metáfora. Cuidado con las esquinas. No puedes ver lo que se esconde detrás de ellas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y si en vez de comprarte un pastel de manzana... te hubieses comprado un croissant o una palmera... ¿ Hubiera habido choque?,y si hubieses adquirido un maléfico cuerno de chocolate...¿Este choque hubiese sido brutal? Cambia tu visión del mundo... ;)Para mí que de camino al metro haces algo que provoca estos encontronazos y no es el abundante populacho como tu crees....

2enemigo dijo...

No sé, no sé... Afortunadamente salí indemne y pude disfrutar mi superpastel!

En cuanto a lo de provocar los encontronazos... ummm, mas "no sé, no sé"... Sólo se me ocurre que séan todos malvados y maléficos como los cuernos de chocolate y quieran joderme ya desde tan temprano!! ^^
besitos

Anónimo dijo...

Te perdono el plagio porque más bien ha sido que un post engendra a otro, de manera natural, es ley de vida. Respecto a las esquinas, te entiendo, me pasa igual... un día de estos torcerás una y estaré yo!
Besitos.

Anónimo dijo...

Vale, con tu perdón ya me quedo más tranquilo!!
Quedamos en una esquina. Aunque... eso suena muy mal, ¿No?
Disfruta del sur!! besitos