viernes, 23 de febrero de 2007

invasión II

Pedimos café, y Marta, también tarta de queso. -Está buenísima -me dijo-. La hacen aquí a diario, no como en la mayoría de los sitios, que sabe a plástico y se nota que la compran ya hecha vete tu a saber dónde... Pruébala, ya verás.
-No, de verdad -le dije yo-. Es que no sé lo que me pasa pero tengo el estómago revuelto.
-Tú te lo pierdes, contestó sin mirarme, absorta como estaba en la comida.
Mientras, no podía dejar de pensar en lo que tenía que hacer. Claro que sabía lo que me pasaba. Tenía que decírselo, pero no era tan fácil... no lo era.
-¿Te pasa algo? Sus palabras me devolvieron a la mesa.
-Eh... eh... No, no, estoy perfectamente, es sólo que... -No era capaz de comenzar la frase- No, nada, no te preocupes estoy bien. Me sudaban las manos y daba golpecitos en la mesa con los dedos; no podía evitarlo. Pude ver en sus ojos una mezcla de curiosidad e indiferencia. Me jodió. La verdad es que me jodía siempre que me trataba así; como si fuese algo prescindible, como un juguete. Mierda. Pero esa actitud creo que fue la que me dio el valor que necesitaba. Sin volver a pensármelo me levante, la miré fijamente y por fin me atreví.
-Marta, escucháme-. Lo que me pasa es que... Ring-Ring Ring-Ring
-Uy, espera, me llaman al movil. ¿Sí? Dime...
No podía creerlo, sin ni siquiera inmutarse metió la mano en el bolso, descolgó y empezó a hablar con alguien en un tono muy alto. No se había dado cuenta de mis nervios, no había visto el horror que había en mi rostro al levantarme. Me miraba, pero no me veía.
Yo oía su voz distorsionada y distante mientras seguía dando voces por el teléfono, como si no estuviese realmente allí... Y al minuto, colgó.
Comenzó a hablarme de no se qué problema que había habido en el estudio con un cliente y que teníamos que volver cagando leches. Se había levantado y puesto el abrigo a toda prisa obligándome a mí a hacer lo mismo. No paraba de hablar, tan rápido que no podía entenderla mientras andábamos, casi corríamos hacia la boca del metro. Chueca. Yo no la escuchaba, en ese momento, sólo la odiaba. Llegué a pensar que debería estar muerta, que alguien tan insensible no merecía tener todo lo que ella tenía...Y cuando comenzábamos a bajar las escaleras. Pasó. Un tío enorme se abalanzo bestialmente sobre ella mordiéndole salvajemente la mejilla. Ahogué un grito cuando la tiró al suelo ayudado por otro hombre y una mujer. Marta chillaba. El tipo levanto la cabeza con un trozo de carne sanguinolento aun colgando de su boca. Me miró, pero sus ojos estaban vacíos. Marta chillaba. Yo no podía creer lo que estaba viendo... No tenía sentido... Eran... ¡Zombies! Eché a correr.

Bueno, disculpadme por la introducción pero no he podido evitarlo. Quería hablar de zombies y se me ocurrió esta tontería que tiene, al menos una parte real ya que hace unos días Chueca fue tomada por zombies. Sí, por zombies porque ese día se celebraba su día:

El Día del Orgullo Zombie.

La cosa, como casi todas las de este tipo ya se le ocurrió antes a un yanki, pero a mí me ha parecido una idea maravillosa.
La cosa consiste en quedar un día disfrazado de zombie y pasear por las calles como un enjambre de muertos vivientes haciendo el imbécil (bueno... haciendo el zombie, quería decir). La idea surge en un foro de una web de roleros, al final la iniciativa cuaja y un grupo de colgados, frikis o como se les quiera llamar se organizan, piden los permisos necesarios al ayuntamiento y ya está. Ya tenemos un nuevo colectivo con su día oficial en el calendario y ese día no es otro que el de la fecha de nacimiento de George A. Romero, padre de las pelis de zombies. "la noche de los muertos vivientes", "el amanecer de los muertos" son obras suyas. Esta última es, además una crítica "brutal y sangrienta" al consumismo.
Yo, me he enterado tarde, cuando ya había sido y me he quedado con las ganas de disfrazarme e irme por ahí a aterrorizar a niños y ancianas. ¡Mierda! Pero los organizadores están contentos con la participación (realmente cuatro gatos, o cuatro zombies mejor dicho) y piensan repertir el año que viene, el mismo día.

Aquí dejo el enlazados un par de videos. Uno de los zombies en acción llegando a la plaza de Chueca y otro de un estudio de efectos especiales y maquillaje (LKM) que se sumó a la iniciativa (De hecho si te pasabas por allí por la mañana te ayudaban a maquillarte) en el que se ve el proceso por el cual un tipo normal se convierte en todo un hijo de los muertos.

sombra aquí, sombra allí
en Chueca

¡A morir, que son dos días!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El día del orgullo zombie?! Que fricada más fantástica, la desconocía por completo...Este fenómeno me recuerda un poco a ese anuncio tan repugnante, auténtico esperpento publicitario de nuestra españa de triple ñññññ, en el que una pareja con aspecto de no haber follado en años, empieza a mover los muebles de su salón buscando motivos que justifiquen hincarle el diente a una porción de un queso francés cuya marca omitiré...

En fin, cualquier excusa, el día del orgullo zombi, el día del orgullo farola,el día del orgullo papel higiénico es válida para dejar fluir el hedonismo y las ganas de juerga...

Cómo acaba el relato? Sucumbe Marta a la mordedura del zombie?

2enemigo dijo...

Di que sí. cualquier excusa vale!

En cuanto a Marta, Sí. no pudo escapar y terminó convertida en otra muerta viviente con sus sesos colgando de las feas heridas que le hicieron en la cabeza y casi sin piel en la cara.No hubo piedad para ella. Aunque quizás fuese una zombie antes ya de aquel desafortunado encuentro...

Anónimo dijo...

Je,je...Si esta madrugada te despiertas y en la penumbra escuchas unas uñas que rayan el cristal de tu ventana...no abras los ojos... es Martita!!! Que con su sed de venganza zombil viene a ajustarte cuentas por haberla comparado con un trozo de carne muerta y maloliente o sea = zombie!!

2enemigo dijo...

guardaré la recortada bajo la almohada y si viene a vengarse, tendrá su merecido. Aquí no nos andamos con chiquitas!!

Anónimo dijo...

Claro, y luego salgo yo del metro medio dormida y me encuentro con ellos!. De hecho, lo mismo soy la del mordisco...ah, no, no me falta nada, menos mal.

El otro día cuando salí, me encontré tres "manolas" con peineta, travelones ellas, que iban al entierro de la sardina...

En fin, el día que vea un oficinista con corbata le pediré una foto...por exótico.
Besotes

Anónimo dijo...

Pues yo ayer vi a Javier Bardem (no en su versión zombie) y me acordé de ti. No iba borracho, iba con cara de cabreo, eso sí. Por cierto, la intro, me ha gustado mucho, mucho, mucho. Yo quería saber más!
Putos zombies.
Besitos, me voy de vacaciones, yupi!
:)

Anónimo dijo...

Honey, pues va a flipar el ejecutivo cuando le pidas la foto... y si tiene un blog lo contará. "iba el otro día saliendo del metro y llegó una colgada a pedirme una foto..."
Qué cosas ^^

María, Joder con Barden, parece que quiere qu hablemos de él.
Jo, guay que te haya gustado tanto, tanto, tanto la intro!!
Disfruta de tu vacas

Besitos y besotes

besitos