No había sido un buen día. Mi jefe decidió que tenía que quedarme a acabar con un montón de mierda atrasada que ni siquiera me correspondía hacer a mí. Intenté hacerle ver con mucho cuidado lo injusto de la situación, pero a él pareció no importarle lo más mínimo -No me vengas con gilipolleces -me dijo- Eso tiene que estar acabado para mañana y tú eres el único que está aquí a estas horas, asi que: Lo haces tú.
Ante aquello no había nada que objetar. Tendría que ponerme con el papeleo.
Tras tres horas infernales conseguí convertir el montón de folios en datos productivos para la empresa con lo que pude por fin irme a casa. Llovía a mares, pero ya me daba igual y aunque yo nunca uso paraguas, ese día no era la excepción, decidí no esperar y empecé a correr hacia el metro. Mientras esquivaba los charcos más grandes intentaba recordar el resultado de un experimento que habían hecho dos colgados para ver como te mojabas menos bajo la lluvia: ¿Corriendo o andando? pero nada, mi mente estaba en blanco así que opte por andar todo lo rápido que podía sin que llegase a ser peligroso en aquellas condiciones: fuese como fuese, mientras más rápido andase, más rápido llegaría a casa.
Por fín, empapado, llegué a la boca del suburbano. En esa situacíon, hasta la terrible luz del vestíbulo de la estación me parecía acogedora. Bajé los escalones que conducen a la taquilla y a los tornos de entrada, a la vez que sacudía un poco mi ropa mojada y me quitaba el pelo de la cara. Sonó el móvil. Un mensaje:
"Ya lo he pensado. Creo que lo mejor es dejarlo como está. Lo siento"
Mierda. En el fondo esperaba esto, lo sabía, sabía que una vez más las cosas no iban a funcionar, incluso después de lo del otro día... pero no podía evitar sentirme fatal una vez más. Andé como un autómata hasta un banco del andén y me senté a esperar. En la pantalla se podía leer: "12 min".
Bien, hasta aquí, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. De nuevo quería dramatizar un poco el comienzo, y aunque se me ocurren cosas mucho peores para acabar un día, creo que tampoco hay que pasarse.
Volvía a casa de noche, al igual que haré hoy, en metro. A las 12 de la mañana de un martes cualquiera no hay practicamente nadie y el silencio sólo lo rompen las máquinas. Bueno, las máquinas y las televisiones. Y es sobre esto es de lo que quería hablar.
Los que no vivan aquí o no hayan cogido el metro en tres años no sabrán que en practicamente todas las estaciones de metro se han puesto unas pantallas en las que, con la excusa de informar sobre actualidad y las cosas que pasan en madrid, nos fríen a publicidad a todas horas. La idea en sí, ya me parece fatal, porque a veces , la sensación de no poder escapar de los anuncios es abrumadora... Pero bueno, las imagenes están ahí, las obras hay que pagarlas, y puedes decidir si las miras o no.
Pero lo realmente terrible es el sonido, porque de eso sí que no se puede escapar.
Es imposible, llegas al andén, y por encima del ruido, de las conversaciones, a cualquier hora, están esas voces martilleando el cerebro de la pobre gente que no puede hacer otra cosa que aguantarse, porque coger el metro es algo obligado para millones de personas cada día.
Ahora bien, ¿He dicho que no se puede hacer nada para evitarlo? Vale, si que se puede. La solución es llevar música a todo trapo en tu mp3, discman o lo que uses para escucharla. Sólo así puedes esquivar la contaminación acústica. Sólo así te puedes librar del último hit de Paulina Rubio, Bisbal, o el inútil que toque ese día.
Pero si no te gusta ir oyendo música, o simplemente no te apetece en ese momento, no tienes forma de escapar. Lo que me hace incluso preguntarme si obligar a la gente a ser bombardeada con anuncios es, o no, legal
Y volviendo al comienzo, cuando es de noche y no hay nadie en el andén, el volumen, que no cambia, se hace insoportable. El día que se me ocurrió escribir esto, pensé en lo desagradable que es encontrarte a esas horas con una terrible voz metálica y con eco diciéndote que compres tal o cual cosa. Y pensé, joder. Imagina que has tenido un día horrible y estas 12 minutos esperando el metro. Que mierda, tener encima que aguantar esto...
Publicidad demasiado agresiva.
Mostrando entradas con la etiqueta publicidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta publicidad. Mostrar todas las entradas
martes, 13 de marzo de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)